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05 enero 2014

Una base para el Mechanichum


Gracias por leer mi anterior artículo.

En este artículo ya confesé públicamente mi admiración por el Mechanicum, y también dejé claro lo que a mi entender eran sus ventajas e inconvenientes. Así que me he puesto manos a la obra y he comenzado los primeros trabajos para hacerme con un ejército. Cosa sencilla para empezar, apenas unos 1.000 puntos, pero que servirán bien de complemento a mis caballeros grises, y darán un toque especial a nuestras batallas.


He aprovechado el escaso tiempo libre del que he dispuesto en las últimas semanas para leer más y más sobre el Mechanicum, y aquí me ha ayudado mucho la novela “Mechanicum” de Graham McNeill e igualmente “La Herejía de Horus, La Gran Guía Ilustrada”, de Alan Merrett (bendito el día en que me hice con ese segundo libro –el original, nada de pedeefes-). Era necesario empaparse bien de su trasfondo para saber cómo quería enfocar mi ejército y, sobre todo, para determinar cuales serían las primeras unidades sobre las que trabajar. A esto último la respuesta es bien sencilla: "varias unidades de línea y un par de jefazos", pero ahora falta saber en basé a qué códex, con qué perfiles, con qué armamento.


El trabajo de Oscar Dionisio Arenas compilando el material oficial en un solo códex es realmente bueno, pero el códex en sí no acaba de convencerme en algunos puntos, a saber:

Me gusta el concepto de personaje con escasa iniciativa en combate, pero cuando se trata de meter un castañazo o disparar cumple sobradamente con su tarea. En el caso del Códex oficial, los personajes de Cuartel General son buenos más por lo que dan y permiten que por lo que son en sí mismos. Resultan muy matables, pero son increíblemente destructivos al lado de una unidad de serviarmas, o sencillamente dentro de una unidad de marines aliados. Lo mismo sucede cuando se las ven contra algún vehículo: usan su conocimiento sobre la máquina para descerrajarla en un santiamén. En este sentido no son héroes en sí, pero ayudan mucho a que otros lo sean, y se convierten en piezas esenciales sobre las que gira el resto del ejército.


Me gusta las opciones que tiene de aviación (letal, pero de eso ya hablaré en otro artículo), pero echo en falta algunas más de vehículos terrestres convencionales (me incluyen solo el land raider como si en las fraguas de Marte no hubieran fabricado otra cosa). Y lo que me resulta desconcertante es el pésimo perfil que le ponen a la tropa básica, lo que ellos llaman "tecno-siervos adsecularis", con un perfil digno de "white-shields" de la guardia imperial o incluso de snotling orco. No trago, vaya...

También echo de menos algunas de las jerarquías dentro de los skitarii, que en este caso se reducen a los propios tecno-siervos, el mirmidón destructor, y el mirmidón secutor, aunque los perfiles de ésos dos últimos son de aúpa. Pero entre los defectos y virtudes de un Inquisidor está el del inconformismo sano, el hambre por conocer, y el cotejo de datos e información para saber si lo que hay escrito como oficial se ajusta a lo que debería ser, o lo que es lo es por causa de alguna borrachera de media noche por parte de su escriba. Y si a esto también añadimos que últimamente las oficialidades de Games Workshop están de capa caída, es razón de más para hacer una crítica objetiva sobre éste códex.

Encontré dos más, el de Tempus Fugitives y el de Lantz McDonald. El último de ellos es particularmente bueno en cuanto a datos, historias, y "background" en general (perdón por el anglicismo), con ideas fantásticas y más que creíbles, como el séquito de los tecnosacerdotes en forma de atentos discípulos, pequeñas máquinas teledirigidas ("luceo rollers") que acaban reventando entre las filas enemigas -aunque de eso ya hay precedente entre la guardia imperial gracias a los letales "cyclops"-. Los conceptos del escuadrón de motos a reacción y del infiltrador Solus me parecen geniales, y también aprecio mucho la abundancia de vehículos, muchos de ellos desconocidos (normal, más que normal, tratándose del Mechanicum). Pero se nota que este códex ha sido elaborado en la época en que las aeronaves ni se mentaban, porque de hecho no contiene ninguna. Algunas cosas no las acabo de entender, como el paupérrimo perfil que le ha cascado al warhound del Mechanicum, como si estuviera pilotado más por un gretchin que por un princeps. Y sin embargo le doy un sobresaliente con matrícula al llegar a la página 94, donde se detalla el perfil de la "construcción del Mechanicum", o lo que es lo mismo: "cómo currarte un bicho de su padre y de su madre". A partir de un perfil básico, en función de si es tanque o bípode (no, no pienso usar "andante", “andador”, o "caminante"), la construcción va sufriendo mejoras e incrementos de equipo, armas, habilidades, etc, lo cual nos va a permitir dotar a nuestro ejército del Mechanicum con esos trastos originales que nadie más tiene. También echo de menos, con carácter general, la inclusión de armas no convencionales (volquites, bólteres especiales, lanzafotones, armas grav, etc).

Y llegados a este punto he de confesar que me gusta más el códex de Tempus Fugitives, aunque sea menos prolijo. Me gusta por el concepto que hace de las distintas clases de mando dentro de los skitarii. Y es que el autor parte de la base de que los skitarii son simplemente la casta guerrera dentro del Mechanicum, a la que se puede pertenecer dentro de un amplio escalafón, del mismo modo que dicho escalafón también existe dentro de los Magus y tecnosacerdotes dedicados a la investigación. Por eso, incluye la regla "skitarii" para todas aquellas unidades guerreras, que si bien las mejora en mucho, también les perjudica en otras (tienen "no hay dolor" con 6+, repiten los chequeos de moral si están a 12UM de un Icono del Dios Máquina, repiten los chequeos de acobardamiento fallidos pero de ningún modo pueden echarse voluntariamente cuerpo a tierra, y pueden repetir los dados para determinar la distancia a la que se desvía un plantillazo, pero no la dirección). Este códex comparte con el otro el uso del termita (tendré que hacerme con uno...) para introducir tropas en despliegue rápido, e introduce algunas reglas muy curiosas para los vehículos, tales como "insectomorfo", o poder eliminar las orugas de algunos vehículos y reemplazarlas por sistemas gravíticos (ahí fue donde me vino a la cabeza la famosa imagen -y miniatura- del rhino gravítico).

Me gusta igualmente el concepto de las distintas divisiones que hace del Ordo Mechanicum, y el cómo las incluye a modo de ordos menores, compatibles entre sí (esta es una pega que le encuentro al Codex Oficial, que distingue claramente entre el ordo reductor y la legio cibernética, cuando en realidad yo creo que son facciones hermanas, como lo son el Ordo Xenos y el Ordo Malleus dentro de la Inquisición, o la guardia de Catachán y la de Cadia, es decir, son distintos, sí,  pero forman parte de un mismo ejército-códex). Me he quedado con la boca abierta ante los conceptos de un Archimagos tan corpulento y aumentado por sus implantes que es "criatura monstruosa". También me ha gustado mucho el concepto de la hueste Luminen, formada por electrosacerdotes, con un perfil más o menos decente para el cuerpo a cuerpo, pero con la salvedad de que no pueden ir transportados en vehículo alguno debido a sus continuas descargas eléctricas. Echaba de menos la figura de los cronogladiadores, pero en este caso tienen una como tropa de línea que se le asemeja: los "COG", o lo que es lo mismo, "Combat Ogrynns" (Ogretes de Combate). La Cohorte cibernética a base de robots es igualmente ingeniosa, aunque en ese sentido me gusta bastante más la versión oficial.

El Mechanicum de Tempus Fugitives ofrece igualmente un montón de vehículos, algunos clásicos, como el chimera, sentinel, land speeder, land raider, lemann russ, etc, e incluso los perfiles de los "Knight" (Caballero), en sus variantes "Paladín" y "Lancer", y me gusta especialmente las mejores que se les puede incluir en forma de armas poco convencionales y reglas propias.

Así pues, mi plan es destripar el Codex Oficial, diluyendo esos dos ejércitos separados para que formen uno solo, respetando sus facciones, eso sí, e incluir los perfiles más valiosos de uno y otro códex, no porque se correspondan con miniaturas brutales, sino por la aportación que hacen al juego en cuanto a contexto y trasfondo. Poner orden, vaya, hasta en tanto no exista algo oficial y definitivo (dicen que con la tercera entrega de "La Herejía de Horus" saldrá un nuevo capítulo-facción del Mechanicum, o sea que aun hay cosas por definir).

Pero entre mis aportaciones personales está la de un perfil que refleje un serviarma “corpulento”, bien porque en este caso se trate de un ogrete lobotomizado para servir como tal, o bien porque el arma en sí disponga de patas (las de un sentinel, por ejemplo) o de algun artilugio rodante. En ese caso, y usando una peana grande de tamaño dreadnought/escuadra de armas pesadas, la miniatura puede beneficiarse de algo más de resistencia y heridas. También pienso currarme el perfil de Remiare, la asesina del Mechanicum, una tipa de belleza perversa que disfruta con el dolor de sus víctimas, y cuyo concepto ha sido magistralmente retratado por John Blanche en esta ilustración.


La multitud de personajes, tropas, y vehículos  del Mechanicum puede no tener fin. Como ya comenté en el artículo anterior, con ellos todo es posible, y hacen las delicias de cualquier amante del miniaturismo, por el sinfín de conversiones y transformaciones que podemos aplicar a sus tropas. Mirando fotografías aquí y allá, me he dado cuenta de la cantidad de diseños que pueden absorber, de modo que una caja de restos adecuada debe contener piezas de la guardia imperial, marines espaciales, caos, necrones, eldar oscuros, e incluso tau y orcos, por no decir de otras correspondientes a Warhammer Fantasy, particularmente la de Reinos Ogros, Vampiros, e Imperio.

Pero Khoubal Narkas y su facción de Inquisición Oscura ya ha empezado a negociar con el Mechanicum de Edasich Beta, en el sistema Draco, para establecer una fructífera relación, conveniente para ambas partes: sofisticado material de guerra para el Inquisidor, y protección absoluta así como el regalo de varios mundos conquistados para los seguidores de Omnissiah.

Mis nuevos aliados deben estar contentos con el trato, porque han empezado a cumplir con su parte: ya dispongo de un Magos (de Forgeworld), una cohorte de cinco robots de combate Castellax (también de Forge), siete Tecnomarines variados, tres centuriones de los marines espaciales que convertiré en mirmidones, treinta cultistas del Caos para transformarlos en skitarii de baja estofa, y quizá lo mejor: una veintena de “knights” a escala Epic. Éstos últimos usan peana convencional de 2’5cm, pero tienen una apariencia robótica y unos detalles que no debería dejar pasar. Y dado que mi ejército de Epic está condenado a dormir el sueño de los justos, creo que podría darles a estos “caballeros” las funciones de serviarmas, o mirmidones, o vaya usted a saber qué, porque aquí la imaginación es lo que cuenta. En camino llegan una docena de durísimos thallax (¡Omnissiah bendito, que buenos son esos tipos!), dos land raider, y cinco ogretes renegados del Caos, para hacerlos servir de cronogladiadores o cosa parecida. El que habrá de llegar antes o después será la fantástica miniatura del Leviathan Mortis, de la compañía Dream Forge. Es una miniatura apenas dos o tres centímetros más baja que el Warhound “oficial” de Forgeworld, de modo que bien se le podría aplicar la regla “esto funciona como…” y hacerlo servir como tal. En el peor de los casos, sería un fantástico Knight al servicio del Mehanicum, con su aspecto siniestro y cara de pocos amigos. He de añadir que también se han comercializado distintas armas para los brazos, tanto para el Leviathan Mortis como para su primo-hermano, el Leviathan Crusader (ese último no debería faltar en cualquier ejército de Inquisición, o Templarios Negros).

Cronogladiadores

Serviarmas y serviarmas pesados ¿se ve la diferencia?

Knights de Epic, serviarmas a escala 40K.


Leviathan Mortis, de DreamForge Games
Ahora yo he de cumplir con mi parte del acuerdo. Llevaré los estandartes de Edasich Beta en mi ejército, ondeando cerca de los míos, y habré de aplastar a todos aquellos que no se sometan. Espero que sean muchos los inconformistas.

Khoubal Narkas

Pensamiento del día: "Cree en los Dioses, pero no esperes nada de ellos".


N. del A.: Edasich Beta existe. Es un exoplaneta que orbita en torno a la estrella Edasich (“Hiena Macho”), también conocida como Iota Draconis, en la constelación de Draco, el Dragón. Y ahora este planeta forma parte de mi trasfondo.

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