Estamos de Enhorabuena, en el Blog Dies Irae tenemos nuevo miembro-colaborador, Khoubal Narkas. Khoubal Narkas será nuestro gurú dentro de Apocalipsis, Le hemos pedido su colaboración porqué queremos que este blog cubra también esa experiencia apocalipítica que ni Sergio ni yo hemos disfrutado y de la que solo podemos hablar de forma teórica y através de los ojos de otros, entonces que mejor que la colaboración de un jugador que sepa de lo que hablamos.
¿Por qué jugar a Apocalipsis?
Me han pedido que me
ponga manos a la obra con una serie de artículos a propósito de la ampliación
de Warhammer 40.000 que todos conocemos como "Apocalipsis" (eso en
román paladino, aunque un cerebro snob "de por ahí" haya querido
rebautizarlo como "Apocalypse").
Y pensando antes que nada sobre lo que serían las primeras cuestiones a debatir
o comentar, me gustaría comenzar por la base: ¿por qué jugar a Apocalipsis?.
Ciertamente, es un modo
de jugar a Warhammer 40000 que cuenta
con tantos aficionados como detractores, éstos últimos lo califican de
desmesurado, desproporcionado, desescalado, etc. Y en algunas cosas no les
falta razón.
En la primera edición de
Warhammer 40000 los enfrentamientos
estaban más bien a nivel de escaramuza o incursión, por cuanto una batalla de
1.500 puntos permitía poco más de 30 miniaturas en la mesa, y los personajes eran
tan preponderantes que un capitán marine o un asesino imperial (debidamente
chutado con la carta de "drogas de combate") era capaz de pulirse a
todo bicho viviente en un ala del campo de batalla. Obviamente, todo eso ha
desaparecido con el trascurso de las sucesivas ediciones.
Pero a ese protagonismo
de los personajes se oponía el de ilustres dibujantes como John Blanche o Jes Goodwin, por citar solo a un par. Ahora en serio, ¿nadie ha
soñado alguna vez con un escenario de los dibujados por John Blanche?. Ese
hombre no dibuja imágenes, ni personajes; retrata conceptos, ideas, formas que
transmiten la esencia del milenio cuadragésimo primero. Un mar de cabezas,
disparos, el humo y el polvo enturbiándolo todo, el horror y el caos propio de
la guerra en cada detalle, y por encima de los cielos encapotados se distinguen
las aeronaves y vehículos gravíticos dando apoyo los a gigantescos titanes.
Pues sí, muchos lo hemos
soñado, e incluso alguna vez lo hemos intentado jugar, incluso antes de que
apareciera Apocalipsis, pero las reglas de Warhammer
40000 no estaban del todo diseñadas para una batalla tan grande.
Partimos de otra base:
aquellos que jugábamos a escala Epic
fuimos testigos del abandono por parte de Games Workshop de su sistema de
juego, renovaciones, y la publicidad que motiva a nuevos jugadores. Mi capítulo
completo de Lobos Espaciales y una Legión Titánica al completo (Imperator incluido)
pasaron a ocupar un lugar apartado en mi estudio.
Y
entonces apareció "Apocalipsis".
Los veteranos siempre
nos habíamos quejado del estancamiento del sistema de juego de Warhammer 40000 y de cómo Games Workshop había dejado de mimar a los
veteranos. Bueno, en muchos sentidos la queja persiste al día de hoy…
Pero Apocalipsis nos
brindaba la oportunidad de jugar grandes batallas, para lo que nos venía de
perlas nuestros varios y enormes ejércitos, atesorados con paciencia a lo largo
de muchos años.
El vicio ha sido tal que
conozco a algunos –entre los que me cuento- que apenas juegan a Warhammer 40000 desde que salió
Apocalipsis. Este juego nos ha cautivado por completo.
Diferencias
entre Apocalipsis y Warhammer 40000.
Muchas y notables.
I.- Primeramente, aquí
no hay restricciones a la hora de involucrar tropas. Se puede recrear
perfectamente una batalla en la que una fuerza de élite de los marines se ve
sorprendida y emboscada por hordas de tiránidos que no parecen agotarse a pesar
de sus bajas. Puedes sacar todas esas miniaturas que han dormido el sueño de
los justos, que nunca han tenido ocasión de participar en una batalla por ser
antiguas, o menos vistosas, o fuera de contexto para tu estilo de juego, o poco
competitivas para un campeonato.
II.- En segundo lugar,
el juego permite más libertades entre jugadores, el acuerdo de reglas caseras,
limitaciones, o la amplitud de objetivos, recursos, y otras reglas. Esta verdad
de Perogrullo va sin embargo más allá. He encontrado que este juego fomenta aun
más la relación entre compañeros y amigos, la creación de grupos de jugadores,
que fijan sus propias normas, acotan o complementan las reglas de juego, etc, y
convierten sus quedadas en verdaderas jornadas de camaradería.
III.- Ciertamente estas
batallas no son de las que se improvisan a falta de 48 horas. En mi grupo se
juegan entre tres y cinco batallas al año. Y alguien me dirá que eso es una
birria y para eso mejor dedicarse a batallas menores. Pero lo bueno de esto es
que las convocatorias se llevan a cabo con mes y medio de antelación, y durante
ese plazo de tiempo los bandos se organizan, quedando al menos una vez
(normalmente un par) para consensuar estrategias, maquinaciones, y maldades.
Eso por no hablar de los constantes correos electrónicos y “wassap”, por lo que la batalla se vive
no solo en el momento de su celebración, sino en sus prolegómenos, que duran un
mes largo.
IV.- El intento de
prever imprevistos, valga la redundancia, convierte este tipo de batallas en un
verdadero esfuerzo a todos los niveles, especialmente mental. Por mucho que
hayas planificado tu táctica y estrategia, es casi imposible no verse
sorprendido en algún momento por el enemigo: el uso de formaciones de batalla y
de ventajas estratégicas pone a prueba la capacidad de improvisación de ambos
bandos, y no me refiero a una sencilla escuadra enemiga que se ha colado a
medio metro de aquí, sino a un pequeño y repentino ejército que está machacando
lo que tú creías un flanco asegurado. Con frecuencia la balanza de la victoria
suele decantarse varias veces hacia uno y hacia otro a lo largo de la batalla.
V.- Si el término “hobby” ha sido empleado por Games
Workshop para definir la pluralidad de facetas de esta afición (coleccionismo y
pintado de miniaturas; modelado y construcción de vehículos, elementos de
terreno, etc; y la práctica de “wargames”,
es decir, de juegos de guerra basados en la estrategia –el ajedrez lo es, a fin
de cuentas-), el Apocalipsis es la epítome del “hobby”.
Con frecuencia salen
perfiles de máquinas de guerra que no existen comercializados (láser orbital,
segador de plaga, o la torre de plaga, por citar algunos) y que precisan de
manos laboriosas para dar vida a esas transformaciones, con frecuencia
partiendo de cero. Las quedadas para jugar son menos que las que se hacen para
construir y pintar.
VI.- Y finalmente, con
todos mis respetos hacia aquellos amantes de torneos y competición, lo que más
me gusta de Apocalipsis es su escasa viabilidad para los campeonatos. Me gusta
jugar por jugar.
Y es que el que suscribe
hace tiempo que está de vuelta de los torneos. Yo comencé en esta afición allá
frisando los 18 años, y estoy al borde de cumplir los 50. Esta es una afición
de toda una vida en la que he tenido experiencias intensas y de todo género. Y
si hay algo que me causa un rechazo atroz es ver cómo la gente es capaz de casi
cualquier cosa con tal de llevarse un premio o ganar una competición –por
modesta que sea-. Las listas de ejércitos van de acá para allá a veces
olvidándose de trasfondo y contexto. Son listas para ganar, no para contar una
historia, forjar un relato, o consolidar el nombre de tu Compañía o tu
Capítulo. E insisto: no me parece mal… pero no es lo que yo a estas alturas
espero de esta afición. Y siento que Apocalipsis es más bien al contrario (lo
que no quita que alguna que otra vez hayamos tenido discusiones acaloradas). La
competición está en segundo orden. La propaganda individual, el protagonismo
personal, está supeditado a la fuerza del grupo, al conjunto, al bando. Aquí
nadie es campeón: sin los demás estaría perdido.
¿No creéis que es
bastante para comenzar con una primera batalla apocalíptica?.
K. Narkas.
Me gusta el estilo de este hombre. Una gran entrada para leer. Gracias!
ResponderEliminarExcelente post, me gusto mucho.
ResponderEliminarSeguramente esa es una de las grandes diferencias de 40k con apoca, no importa quien gane. Con tal de ver ese enorme despliegue en mesa y poder forjar tu relato a base de lo que vaya ocurriendo en la batalla, debe de ser simplemente genial.
Para la mayoría -creo yo- el impedimento para realizar partidas de apoca es la falta de tiempo y seguramente coordinación, o al menos ese es el caso de nuestro grupo de juego.
Ya quisiera ver un relato de alguna partida del Sr. Narkas con fotos de ser posible!
Un saludo!
Nunca lo he intentado, pero creo que organizar una batalla lleva consigo una buena organizacion y me imagino que un sitio donde dejar aparcada la partida sin miedo de dejar tus minis. Algo complicado pero para nada imposible
EliminarGran entrada, sí señor!
ResponderEliminarWooow bienvenido al blog!!! Nunca me llamo la atención Apocalipsis pero despues de estas letras me han entrado unas ganas enorme de crear esa compañia de la que has hablado y llevarlo a la historia del 40k, no importa el resultado sino el relato de la batalla y verlo escenificado.
ResponderEliminarEnhorabuena por la entrada
K.Narkas sabe tocar la fibra sensible cuando el quiere, aunque sea un Inquisidor duro de verdad y lo digo por experiencia ya que e tenido el placer de combatir contra el en alguna que otra batalla de Apocalipsis, se nota que escribe con el corazon y se nota mas aun que es uno de los jugadores mas veteranos de Warhammer 40.000.
ResponderEliminarEl señor K. Narkas al que tengo el placer de conocer y más aún el placer de haber jugado contra el lleva mucha razón.
ResponderEliminarPersonalmente, me gusta muchísimo jugar torneos, me considero a una persona a la que le gusta la competición y el esforzarme al máximo. Eso no quita que existan otras variantes, y desde luego Apocalipsis lo es.
Recuerdo la primera partida que jugué contra su bando, en el turno 1 dijeron "eso no puede ser!" y en el segundo mis tropas se fueron a tomar viento por una explosión apocalíptica, reduciendo el conjunto a quizás 500 puntos de 3000 o así creo que eran. Las risas fueron muchas. En esa misma partida 6 aviones disparando a mi Arconte hasta que murió al lado de un objetivo.
En apocalipsis me reí muchísimo y disfrute como un enano. Los jugadores competitivos a veces deberían de dejar de pensar en listas y combinaciones para ganar a toda costa y empezar como el dice, a forjar su "relato". El mismo K. Narkas ya tiene la experiencia de que salir de un Land Raider quemado no es una gran satisfacción para el cuerpo xD
Gran artículo sin duda. Espero verte en Septiembre si el trabajo me lo permite
Estoy de acuerdo al 100% con tu opinión, macho, como diría Chris Griffin:
Eliminar¡Sal de mi cabeza! xDDDDDDD
Soy novato en 40k... Y me fascina... Nunca he jugado Apocalipsis , me me gusta el concepto de las formaciones, ventajas estratégicas, etc... Ahora me haré de algunas reglas y a jugar!
ResponderEliminarMuy buen post (me falto decir)... Y muy de acuerdo con la idea del hobby!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la forma de escribir de este hombre y pienso lo mismo que que él ha expresado. Mis únicas Apocalipsis fueron hace ya años en 4a edición y la verdad es que recuerdo momentazos épicos que aún después de tantos años recuerdo muy claramente, como si hubiese jugado la partida hace 1 semana, cosa que no ocurre con las partidas que realizo cada mes.
ResponderEliminarEn mi caso, yo ya tengo más de u personaje con su propio relato forjado, cosa que me llena de satisfacción a mi :D
Excelente Artículo.
ResponderEliminarCoincido al 100% con la filosofía de este señor, al cual con suerte conoceré un día de estos...
Pues yo tambien tengo ganas de cruzarme con el amigo Narkas...
ResponderEliminarBueno, supongo que todos estos comentarios le marcan el rumbo de lo que debería ser su segunda entrega.
¡Pues que vaya moviendo el trasero y le dé a la tecla!.
Como bien a dicho nuestro amigo, apocalisis se le puede considerar un juego de especialista( solo unos pocos pueden jugarlo en todo su explendor, aunque mi primera partida de apocalisis fue sin apocalisis sino 6 listas de 4000 puntos desplegados en un tablero de 240cm *180cm , y no a todo el mundo le gusta pues es un modo de juego muy diferente, de esos 6 jugadores son 3 hemos repetido)
ResponderEliminarEso me recuerda que tengo que hacer 2 correciones a lo dicho, las drogas de combate es de la segunda edicion( esa que tenia 2 cajas la de juego basica y la caja de poderes psiquicos y equipo) la primera edicion era un libro(buf cuantos años an pasado ya , me empiezo ha hacer viejo y solo tengo 35 años).
PD: si alguno en madrid quiere jugar alguna yo me uno a un bombardeo
Ciertamente, la primera edición fue el Rogue Trader, un libro. Estuvo al alcance de muy pocos, ya que apenas fue publicitado o distribuido. Sin embargo, la caja que vino después entró de lleno en el mercado. Fue el primer 40K "de verdad" (por no hablar de su radical cambio en las reglas de juego). Supongo que a eso se refería el autor del artículo.
EliminarGran entrada!
ResponderEliminarTengo la firme creencia de que hay hobby para todos, tantas facetas, modos de juego, tantos retos...
Conozco a casi todos los que comentáis esta entrada y cosa curiosa es que tenemos caminos muy distintos en nuestra forma de llevar el hobby.
Algún día probaré Apocalipsis!
Chapeau !! Enorme fichaje el que habéis hecho. Con un estilo de escritura muy nítido y capaz de transmitir sensaciones. No creo que haya nadie que haya leído el artículo y no le hayan entrado una ganas locas de convencer a unos cuantos amigos para echarse un apocalipsis, yo el primero. Enhorabuena.
ResponderEliminarTengo la suerte de poder haber podido organizar 2 de estas fantasticas partidas.
ResponderEliminarDesde luego que comparto todo lo dicho anteriormente pero lamentablemente en mi grupo no siempre podemos jugar, y desde que probé la expansion si hicieron realidad muchos de mis sueños.
Soy de zaragoza y cuento con mas de 30mil puntos en orkos, si alguno de los alrededores le apetece un finde memorable tengo local y siempre ganas.
PD- Gracias por tus palabras Khoubal Narkas.
Saludos.-