23 febrero 2020

Capítulo 2: Mekanikoz y huidaz!


Os dejo con el Capítulo 2 del bueno de Ferrus que nos mitiga la espera del Waaagh Fest. El comienzo del relato lo podéis ver AQUÍ.

Habían pasado meses desde que los insurgentes se alzaron para derrotar a Zokuztroz. Todo era un Caos. La semilla de la revolución había penetrado en la mayoría de orkos mediocres, y ahora, marchaban bajo el estandarte insurgente. Solo los kaudillos más grandes y fuertes (e inteligentes) aún se mantenían del lado del difunto Zokuztroz. Básicamente se habían creado dos bandos muy reconocibles, dos bandos que se odiaban mutuamente. Los enfrentamientos cesarían cuando una de las dos facciones se pusiese por encima de la otra. Fuese como fuese, la sangre regaría las calles de Machakka…


En algunas ocasiones, enormes pelotas de orkos salvajes se reunían en el centro de la ciudad. Su único cometido era descuartizarse unos a otros mientras gritaban los nombres de ambos bandos.


-¡¡¡Por Zokuztroz!!! Gritaban orkos de desorbitado tamaño, pero inferiores en número si los comparabas con las hileras de cientos de chicoz y kanijoz que vociferaban - ¡¡¡Viva la revoluciork!!!. 


Estos eventos se resumían en un estruendoso y brutal espectáculo en el que ambas facciones luchaban hasta la muerte. También se daba el caso de las persecuciones en destartalados vehículos. Motos, buggies, carros, helicópteros, decenas de vehículos recorrían los alrededores y las devastadas calles de la verde ciudad, con el único afán de hacer trizas a sus contrarios. Todo era un caos. La población orka se encontraba totalmente dispersa (más de lo habitual, claro). Pensar en una unificación tras observar el diezmado panorama era algo inconcebible. Así los días pasaban. Nadie sabía del paradero de los kaudillos golpistas. Habían rumores, simples teorías propiciadas por los kanijoz más cotillas de la ciudad. Unos decían que habían aprovechado la revuelta para marcharse, dejando así, abandonado a un Waaaaaaagh que acabaría en el colapso. Otros especulaban que todo lo que sucedió hace meses en la arena no fue más que un simple hechizo ilusiorio para engañar a todos los chachoz y así maquinar otro plan más diabólico sin ellos. Cierto es que su paradero era un misterio, pero yo, Ferruz Bokafuego, vengo a contaros toda la verdad. 


Eran las 10 de la noche. Eduz y Gizbo acababan de derrocar a Zokuztroz. No eran kaudillos insensatos, sabían de primeras que su acto de rebeldía traería consecuencias nefastas. Así que optaron por su plan b. Cuando el barullo comenzó a emerger, ambos zakearon el buggy personal del kaudillo muerto y emprendieron su marcha hacia las llanuras kraneochungo. Vagaron durante horas por el árido desierto, era un camino largo y peligroso, pero su destino merecía totalmente el sacrificio. Pese a la longitud del tramo, fué un viaje emocionante en cada momento, siempre ocurría algo imprevisto. Desde enormes Kloterjorak que emergían del suelo agrietado reptando dispuestos a desguazar el suculento metal del buggy, a tormentas de arena que parecían un torrente de balas debido a los trozos de roca que se desprendían con el viento. Pero pese a las complicaciones, nuestros héroes llegaron a su destino. El lugar era un escarpado cañón rocoso de color amarillento. En el fondo de la grieta se encontraba una choza construida con trozos de metal y madera corroída. Cientos de piezas se alojaban alrededor de la tosca casa de manera aleatoria, desde tubos flexibles de algún tipo de goma, hasta engranajes oxidados o rotos. Eduz decidió entrar él solo a la cabaña mientras que Gizbo se quedó fuera reparando el buggy, el cual había sufrido graves daños en el motor y en el fuselaje gracias al desgaste de las tormentas de polvo. Cuando el imponente kaudillo entró a la choza pudo observar un lugar destartalado pero acogedor. Hileras de tornillos y dientes colgaban del techo, estanterías pobladas por tuercas y partes mecánicas adornaban las paredes. No había más que un pequeño salón con una cocina improvisada y una cama creada con cuero de garrapato almohada. Eduz se decepcionó al ver que su plan b no se encontraba donde habían quedado. Frustrado, salió de casa y caminó hacía el buggy recién "reparado". Le comentó a Gizbo lo sucedido y decidieron partir de nuevo hacia su crudo destino, pero de pronto, algo les detuvo. Un haz de luz verde y crepitante ascendió detrás del cañón, inundando el panorama con una ominosa luz. Los kaudillos impactados metieron el turbo a su buggy para llegar lo antes posible a el origen de ese colosal monolito lumínico. Cuando dieron el rodeo completo a la formación montañosa, se encontraron de boca con un enorme portal edificado en la roca arenosa, y debajo de él, a Kaza, el mekaniko ermitaño. Se acercaron para preguntarle que qué demonios sucedía y este les dijo que no dieran un paso más, o acabarían convertidos en polvo de garrapato ceniza. Cuando Kaza terminó la frase, pulsó un botón que redujo el foco de luz a un simple parpadeo intermitente en el medio del portal. El portal era un semicírculo construido con chatarra. Alcanzaba la altura de un titán imperator y utilizaba un tipo de energía especial, flujo disforme. Kaza no era ningún loco que despotricaba tonterías sin sentido, se habían pasado toda su vida investigando los propios pensamientos de Orkimedes y desarrollando sus propios inventos y conclusiones. Su obra maestra estaba delante de él, a decenas de metros, el "Teletrazportador Pzikikozazka". No era un teletrasnportador orko normal y corriente, este podía llevar un Waaagh entero sin apenas gastar un uno por ciento de su energía (la cual se recargaría en cuestión de momentos). Su alimentación se basaba en la energía disforme que proporcionaban una serie de psíquicos de diversas razas que kaza había seleccionado cuidadosamente. Todos en su conjunto, drenaban energía disforme al portal y lo potenciaban asombrosamente. El motivo por el cual kaza había construido algo tan laborioso es digno de contar, pero no en esta historia. Edu y Gizbo, anodadados por la máquina de Kaza, sonrieron maliciosamente a ver que sus planes empezarían a funcionar según lo planeado. Millones de orkos vendrían bajo el estandarte de un regente tiránico, una bestia indomable, un kaudillo espantoso. Y un nuevo Waaaaaaagh sería formado, para ver arder el mundo, y todo, gracias a ese portal. 


Continuará...


Ferrus 



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2 comentarios:

  1. Orkimedes tenía figura o perfil?
    Los orkos le ponen un nombre rápido y fácil a todo xD
    Entretenida historia, para ser orka xD

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