22 septiembre 2013

Los Nuevos Marines en el Nuevo Apocalipsis


Gracias a todos los que opinaron en mi anterior artículo.

Y aunque algo tarde (pero el trabajo absorbe mucho cuando regresa uno de sus vacaciones) era de rigor un análisis del nuevo códex de marines espaciales de cara a Apocalipsis.

Por que sí han surgido aquí y allá montones de comentarios a propósito de lo eficientísimos o no tanto que pueden ser en una partida convencional de Warhammer 40000, pero muchos de esos detalles quedan fuera de contexto cuando hablamos de una batalla a lo bestia.


Yendo al grano, a primer golpe de vista me llama la atención que hay nuevas unidades y vehículos, y me sonrío, “esto siempre es bueno en una batalla grande” me digo.

No me van las listas de torneos ni los análisis a fondo de las unidades del modo en que lo hacen los especialistas en esas competiciones. Y por eso, con mi mentalidad apocalíptica y de Inquisidor extremista (muuuuy extremista) me gustan las nuevas unidades de centuriones. Una escuadra de centuriones equipados con cañones grav y bajando de un Land Raider pueden liarla parda si se topan con una unidad enemiga de esas de “las caras”, y convertirse en los protagonistas de un ala del campo de batalla. Creo que los de asalto pueden ser muy rentabilizados en un Land Raider que les permita llegar al combate sin recibir disparos. Los centuriones con cañones láser acoplados son idóneos en tareas fundamentales como cazadores de tanques enemigos, limpiando el frente para el avance de la infantería, o custodiando la retaguardia de las máquinas de guerra, siempre peligrando. Son ideales para abatir a los peligrosísimos bípodes eldar de la “Hueste de Sombras”.

Y sin embargo, los dos nuevos vehículos, el “Stalker” y el “Hunter” me han decepcionado un poco. O mejor dicho, el primero me ha decepcionado del todo. Es inútil hasta la caja de cambios. Pero al segundo se le puede sacar cierto partido gracias a la regla antiblindaje de su arma. Creo que bien atrincherado, incluso tras una línea aegis, puede ser un buen complemento de los defensores y hasta del cañón quad.



De todos modos no podemos ignorar una cosa: Los marines son unos adversarios temibles, no importan de qué capítulo sean. Los hace temibles su facilidad para enmendar errores a tiempo, su falta de especialidad en general y su gran versatilidad, en la que una escuadra táctica vale igual para un roto que para un descosido. Este factor, utilísimo en batallas de 2.000 puntos, se multiplica por veinticatorce en batallas de 20.000 puntos o más. Y esto viene refrendado por un elemento muy a tener en cuenta: los marines cuentan con ciertas formaciones de batalla para Apocalipsis realmente buenas, algunas de ellas letales, y muy especialmente algunas de las antiguas que aun siguen en vigor. Citaré algunas que aun me parecen resolutivas, aunque ninguna de ellas es perfecta:

La “Fuerza de Asalto de los Antiguos” tiene ya poco de asalto. Sus dreadnoughts (entre 3 y 5) ya no pueden despedazar a nadie aprovechando la ventaja de una marcha por el flanco, ya que al venir de la reserva no pueden cargar, pero si se equipan con armas de disparo pueden reducir a cenizas un titán warhound, e incluso un reaver (y eso sólo a disparos, pero si el titán no cuenta con la debida protección se encontrará con que al turno siguiente los dreads le cargarán, además). Su presencia es tan formidable que el enemigo se verá obligado a girarse y destinar buena parte de sus tropas para eliminar ese grano en el trasero -nunca mejor dicho-. La lástima es que con las actuales reglas de entrada de reservas, esta unidad no puede entrar hasta el segundo turno, por lo que no se rentabiliza todo lo que quisiéramos.



La “Compañía de Marines Espaciales” es soberbia, y muy del agrado de jugadores veteranos, con grandes ejércitos. Su ventaja de “Ataque Orbital” no debe engañarnos, porque al tratarse de un recurso estratégico hay que tener primero un punto de victoria para poder usarla. Y solo contamos con esos puntos cuando se hace el debido recuento tras la primera pausa programada. Por otro lado, mi experiencia me señala que con las nuevas reglas la gente está poco por la labor de sacrificar puntos de victoria en ventajas del tipo “recurso estratégico”. La ventaja, o mejor dicho “ventajón”, es que la regla “Camarada de armas” permite que cualquier unidad o vehículo a 12 UM de otra asaltada pueda efectuar disparos defensivos. Y eso no es precisamente moco de pavo. Tambien son “tozudos” a 12 UM de un objetivo. Lo dicho, nada mal, pero conviene no olvidar que todo ese montón de miniaturas, más de un centenar, debe desplegarse a 36 UM de un punto escogido.

Otro tanto pero con un mayor coste en miniaturas lo tenemos con la formación de “Veteranos de la 1ª Compañía”.

La formación de “Librarius” es una joyita. Devastadora. Y promete mucho juego en próximas batallas. Además, si los bibliotecarios van equipados con armadura de exterminador pueden teleportarse en el segundo turno, e incluso aprovecharse de alguna baliza instalada en unidades previamente desplegadas y movidas en el primer turno, como cápsulas de desembarco o cañoneras stormraven. En nuestras partidas, el efecto adicional de “Explosión Sísmica” fue eliminado por haber desechado de antemano los desastres preternaturales.

Los “Señores del Capítulo” suponen un altísimo coste en puntos, pero puede ser rentabilizado gracias a esas tres ventajas estratégicas adicionales a recibir tras la primera pausa. Sin embargo no puede ser incluida alocadamente, y se debe tener bien planificado qué ventajas van a usarse en la primera ronda, y cuales tres con posterioridad, de modo que no nos encontremos con ventajas que “ni fu ni fa” y para ello hayamos invertido un montón de puntos en 4 capitanes y un Señor del Capítulo que no necesitamos o mejor estarían en otra parte.

Aunque la formación “Compañía de Exploradores” no me seducía antes, ahora tras la aparición del códex de marines, ha ganado puntos. Son diez escuadras de 10 marines, a colocar en un radio de 36UM (una burrada, cierto), pero es que la regla “Posiciones fortificadas” les permite precisamente fortificar en +1 todos los edificios en la zona de despliegue de su bando. Eso antes era mucho, pero ahora es aun más: la formación no especifica el tipo de escuadras de exploradores, de modo que lo mismo da cogerlos en motocicletas que con armas pesadas o francotiradores, y eso incluye tambien al letal sargento Telion. Puede ser más que correoso para el enemigo tener que emplearse duro contra estos tipos, bastante baratos en puntos, ocupando todas las ruinas a 36UM, equipados con lanzamisiles antiaéreos (y con ello poniendo coto a los voladores), francotiradores, y todos ellos con capas de camuflaje que proporcionan un +1 adicional a la cobertura (o sea, que se salvan de 2+ por cobertura, y el resto de sus amigos con 3+), y que pueden ir equipados con balizas utilísimas para que en el turno siguiente lleguen los exterminadores o un coro psíquico de “Librarius”.

La fomación “Martillo de Titanes” es solo peligrosa por cuanto no se desvian al caer al lado de una máquina de guerra, y la granada de vórtice de Lysander casi garantiza 2 o 3 puntos de armazón menos a un warhound. Y hasta destruirlo, con algo de suerte. Aunque el coste de la escuadra es alto, puede rentabilizar si se coloca adecuadamente en alguna zona en la que puedan amenazar a más de una máquina de guerra. Seguro que el enemigo se verá forzado a dar media vuelta y destinar contra ellos sus valiosísimas armas destructoras.

Pero lo que más me ha gustado del códex es su fantástico espíritu para estimular la creación de capítulos y personajes propios. Cualquier Señor del Capítulo es ahora una mala bestia, y puede rodearse de unidades que potencian aun más ese mal aliento y mala leche. Algunos de los “Rasgos de Señor de la Guerra” no valen para Apocalipsis (malamente se le sacará partido a “Determinación Férrea” o “Campeón de la Humanidad” a pesar de ser tan altisonantes), pero otros pueden ser muy prácticos combinados con el “Momento de Gloria” o “Hijos del Primarca” de las propias reglas de Apocalipsis, particularmente los rasgos de “Tormenta de Fuego” y “Espada del Imperio”. En general me gustan las tácticas de Capítulo de unos y otros, aunque de cara a Apocalipsis veo menos prácticas las de los Templarios Negros, especialmente si las comparo con las ventajas de otros capítulos (el “Nunca Muere” de los Manos de Hierro puede ser brutal en un ejército de Apocalipsis, en el que hay vehículos por doquier, y la “Doctrina Táctica” de los Ultramarines para qué contar).

Ejércitos personalizados, Capítulos propios, Comandantes con nombres y apellidos, todos listos para ir acumulando personalidad, gloria, y trasfondo. ¿Qué más se puede pedir?. Y si alguien quiere un clarísimo ejemplo, puede echarle un vistazo al ejército de Caballeros Alóadas (antes Legión Ambar) de Pablo Moya Escriche. En su página podemos encontrar su códex, y un vistazo a su fantástico ejército aquí. El trasfondo bien escogido, la originalidad del esquema de color, y la habilidad en su pintado, solo puedo resumirlo en una frase breve: “me quito el sombrero”.



Khoubal Narkas



Pensamiento del día: "El Emperador protege, ciertamente. Pero serías un necio si marcharas al campo de batalla sin tu armadura y tu halo de hierro."





1 comentario:

  1. Señor Narkas, ha logrado usted que me sonroje :D Muchas gracias por cómo ha valorado mi trabajo, solamente intento disfrutar de esto tanto como puedo ;)

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