La inminente salida de una nueva edición de 40k ha dejado posibles entradas en el tintero. Y es que no hay ganas de hablar de algo que esta moribundo.
De lo que toca hablar es del presente y futuro cercano del 40k. Es decir, Octava Edición ya que postear listas, análisis y demás entradas quedan ya fuera del universo del 40k. Es hora de Age of Guilliman.
Séptima ha muerto!!!!
Hail Guilliman!!!!
Lo que tenemos por delante no es un remake, no es una prolongación de ediciones anteriores, es un reboot en toda regla, sólo que el avance del trasfondo no ha sido tan intenso como si lo son las reglas.
Curiosamente se da el caso de que el precedente en reglas Age of Sigmar ha sido intensamente cuestionado, la avalancha de cambios que nos trae la nueva edición donde la similitud con Sigmar es bastante grande pronosticaba un primer rechazo de la comunidad. Pero cuál es mi sorpresa que muchos que se quejaban era porque desconocían Sigmar. Sin embargo, ahora que el aficionado de 40k se sumerge en el hype ven los cambios de forma muy positiva.
Simplificar es sinónimo de agilizar según el planteamiento que nos intenta vender GW en su nueva edición, esa edición que dicen que pedíamos a gritos. Y es cierto que había problemas de mecánicas de juego densas que hacia que una partida se alargase en el tiempo.
De estos cambios profundos, el ultimo avance deja fuera a las formaciones conocidas hasta ahora. Le quedan semanas de vida a nuestras Lion's Blade, Gladius y demas decuriones. Otro cambio es la eliminación de las stars, adiós a las Screamstars, Wolfstars y demás listas que han campado por los tableros a sus anchas en las dos últimas ediciones. También hemos visto atisbos de las nuevas fases de juego, perfiles de atributo y hasta avances en el trasfondo.
En lo que se refiere a comunicación con el aficionado estos últimos meses ha sido fantástica. Un cambio con respecto a a su anterior política que da un poco de aire fresco, una gestión de la nueva edición que yo al menos agradezco. Además de una forma mas eficaz de filtrar la información, las primeras faqs de la aun no publicada Octava edición es toda una declaración de intenciones.
Luego queda en el ambiente el rum rum del equilibrio que el aficionado tanto pide ruega y exige. Algo que yo no creo que vaya a haber.
Y me explico.
El desequilibrio es necesario para una empresa para sacar productos nuevos mas atractivos. Un producto con mejores reglas se venderá mejor que uno con peores reglas.
El desequilibrio se da en todos los juegos, en todos de este tipo de wargames coleccionables. El problema viene cuando este desequilibrio es tan amplio que crea frustraciones a una parte de los aficionados, algo que sucede en 40k actualmente. Porque una empresa busca el desequilibrio perfecto
Solo queda esperar, la génesis de un nuevo amanecer en nuestro milenio favorito está por llegar. Solo nos queda decir....
Hail Guilliman!!!!
Séptima ha muerto!!!!
Hail Guilliman!!!!
Lo que tenemos por delante no es un remake, no es una prolongación de ediciones anteriores, es un reboot en toda regla, sólo que el avance del trasfondo no ha sido tan intenso como si lo son las reglas.
Curiosamente se da el caso de que el precedente en reglas Age of Sigmar ha sido intensamente cuestionado, la avalancha de cambios que nos trae la nueva edición donde la similitud con Sigmar es bastante grande pronosticaba un primer rechazo de la comunidad. Pero cuál es mi sorpresa que muchos que se quejaban era porque desconocían Sigmar. Sin embargo, ahora que el aficionado de 40k se sumerge en el hype ven los cambios de forma muy positiva.
Simplificar es sinónimo de agilizar según el planteamiento que nos intenta vender GW en su nueva edición, esa edición que dicen que pedíamos a gritos. Y es cierto que había problemas de mecánicas de juego densas que hacia que una partida se alargase en el tiempo.
De estos cambios profundos, el ultimo avance deja fuera a las formaciones conocidas hasta ahora. Le quedan semanas de vida a nuestras Lion's Blade, Gladius y demas decuriones. Otro cambio es la eliminación de las stars, adiós a las Screamstars, Wolfstars y demás listas que han campado por los tableros a sus anchas en las dos últimas ediciones. También hemos visto atisbos de las nuevas fases de juego, perfiles de atributo y hasta avances en el trasfondo.
En lo que se refiere a comunicación con el aficionado estos últimos meses ha sido fantástica. Un cambio con respecto a a su anterior política que da un poco de aire fresco, una gestión de la nueva edición que yo al menos agradezco. Además de una forma mas eficaz de filtrar la información, las primeras faqs de la aun no publicada Octava edición es toda una declaración de intenciones.
Luego queda en el ambiente el rum rum del equilibrio que el aficionado tanto pide ruega y exige. Algo que yo no creo que vaya a haber.
Y me explico.
El desequilibrio es necesario para una empresa para sacar productos nuevos mas atractivos. Un producto con mejores reglas se venderá mejor que uno con peores reglas.
El desequilibrio se da en todos los juegos, en todos de este tipo de wargames coleccionables. El problema viene cuando este desequilibrio es tan amplio que crea frustraciones a una parte de los aficionados, algo que sucede en 40k actualmente. Porque una empresa busca el desequilibrio perfecto
Desbalance Perfecto.Para ver el posible futuro de los codex de 40k tomaremos como referencia el equilibrio intracodex de unas de sus últimas publicaciones, Discípulos de Tzeentch. En este battletome hay una unidad, Tzaangor Skyfires, que sobresale sobre numerosas unidades como pueden ser Flamers o Screamers. El coste eficacia de de los Tzaangors es notablemente mejor que las unidades demoniacas. Esto me lleva a la idea de mas de un aficionado de querer jugar con sus minis de hace 20 años y que rindan como las ultimas novedades. Esto no tiene razón de ser ni para la empresa ni para la salud del juego según el desbalance perfecto.
En diseño de juegos el Desbalance Perfecto es el hacer que ciertos elementos de un juego sean mas poderosos de una u otra forma en comparación a otros elementos. Esto genera opciones de juegos y permite a los desarrolladores y jugadores mas avanzados "desarrollar" estrategias, estilos de juego y en fin hacer que el Metagame evolucione con la vida del juego. Estos elementos por supuesto no deben ser radicalmente mas poderosos (Lo que llamaríamos Roto, Broken, Desbalanceado u OP: Overpowered, Overperforming). Pero si deben tener ventajas sobre otros elementos, pero ademas deben poseer algo que los contrarreste... Y el punto es que nadie quiere que su juego sea perfectamente balanceado.
Miremos el Ajedrez por un momento, el paragón de los juegos balanceados. El Ajedrez no ha tenido ningún parche ni cambio de reglas en el ultimo par de siglos por una razón Esta perfectamente balanceado. Para los jugadores amateur y los que simplemente juegan por gusto, el Ajedrez es un juego que ofrece un sin fin de posibilidades lo cual lo hace un juego divertido y en constante cambio... Pero cuando uno mira las ligas profesionales y entre mas al lado deportivo del mismo,ve que esas posibilidades se acortan y mucho, el juego perfectamente balanceado se torna mecánico y parejo, todos ejecutan las mismas estrategias una y otra vez y quien mejor las ejecute gana. Y podrías pasar toda tu vida, y no es si no hasta llegar a las mas altas esferas del Ajedrez donde puedes desarrollar nuevas estrategias y nuevo "contenido" para el juego - Y aun así podrías dedicar tu vida al estudio del Ajedrez y no desarrollar nada nuevo. Un ejemplo extremo pero muy claro, en algo mas cercano tenemos StarCraft, el cual una vez alcanzo el "balance perfecto" que hasta hoy es reconocido mundialmente, el juego se volvió una lucha de estrategias predeterminadas. Si eras noob podías ingenieartelas, si eras profesional podías desarrollar cosas nuevas, pero si estabas en el basto medio del espectro de jugadores, no te quedaba mas que repetir un limitado repertorio de estrategias y desarrollarlas lo mas rápido posible. Aburrido... Salvo fueses muy malo o muy bueno.
Solo queda esperar, la génesis de un nuevo amanecer en nuestro milenio favorito está por llegar. Solo nos queda decir....
Hail Guilliman!!!!
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