15 abril 2012

La frustración, un enemigo a derribar

 "Unas veces se gana, otras se pierde, pero esta vez no estoy dispuesto a perder."



Algunos pensareis que esto de "la preparación mental" debe de estar muy bien, pero para los jugadores profesionales de otros ámbitos y que "solamente" para divertirse y pasar un rato agradable mientras compites los fines de semana o juegas con los amigos no necesitas "rollos" psicológicos. Y realmente llevais parte de razón. Usamos el juego como un medio distraccion pero algunas veces puede ser fuente de estrés, desconcentración, frustración, enfados y demás como puede pasar en cualquier deporte amateur.

La frustración es un estado que se produce en los jugadores cuando los resultados quedan por debajo de lo esperado, es decir, cuando no se cumplen los objetivos propuestos. La frustración es una respuesta emocional común a la oposición relacionada con la ira y la decepción, que surge de la percepción de resistencia al cumplimiento de la voluntad individual. Este bloqueo hacia lo esperado y no encontrado, detona un sentimiento de fastidio, desamparo, ira, debido a la incapacidad lograda. Esta frustración genera una carga psíquica que al alcanzar altos niveles por acumulación genera estrés. Al no poder alcanzar lo previsto en el ahora, se produce una frustración general ya que no saben soportar la espera centrada en la esperanza de que esa satisfacción se conseguirá en un largo tiempo por medio del esfuerzo, el sacrificio y la voluntad de logro.

La frustración no se puede evitar pero sí podemos aprender a manejarla y superarla. De ahí debe surgir nuestra capacidad de afrontación ante el problema y el error.  La presión es un producto de nuestra imaginación que nos conduce a una disminución de la capacidad de los recursos disponibles de memoria, los que a su vez tienen una influencia negativa en el rendimiento cognitivo. El error forma parte del juego y está en nosotros la capacidad de seguir inflando el problema o tratar de solucionarlo para seguir jugando al nivel esperado.

Hay situaciones donde las preocupaciones por el resultado compiten y restan energía cerebral en la memoria a corto plazo. Si nos centramos en esa presión, por no volver a repetir lo que no se tolera impide que la persona recaude toda la información necesaria y almacenada en el cerebro ante una tarea o evaluación difícil. La excesiva presión afecta la capacidad de la memoria para concentrarse influyendo negativamente en el rendimiento.

Muchos de nosotros no tenemos la disciplina mental necesaria para mantener nuestra atención durante un período prolongado. Nos distraemos con facilidad y el cerebro humano sólo tiene la capacidad de concentrarse en una única cosa la vez. Tu atención está focalizada en lo que tienes que hacer o está desviada del proceso de la acción.

No desfallecer por unos malos resultado en los turnos iniciales (aconsejo hecharle un vistazo a la opinión mas que didactica sobre como actuar en una situación en desventaja CUANDO TODO ESTA PERDIDO de Guille para Especialista40k), sobrellevar la presión,  trabajar nuestra atención y concentración es un buen metodo de conseguir nuestros objetivos ademas de manejar la frustración para nuestro beneficio.

2 comentarios:

  1. Buena entrada tío, solamente añadir que es vital aprender a reconocer las primeras señales que nos da la frustración para poder actuar ante ella, vamos, aprender a ser inteligentes emocionalmente.

    Si damos una vuelta de tuerca más, lo óptimo sería ser positivos y no aprender solamente a tolerar la frustración, sino además aprender a utilizarla en nuestro beneficio, pero eso casi lo dejamos para otra entrada, ¿no? :P

    ¡Un saludo, crack!

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  2. Gracias tio por leer esta entrada y comentar.

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