Cada jugador es un mundo y tiene una percepción del juego en algunos casos parecida entre unos y otros. En otros casos diametralmente opuesta a su entorno más cercano. Esto es una obviedad pero lo subrayamos.
Todo esto viene de la mano, intimimamente relacionado con el uso de miniaturas como proxies o la representación de diferente tipo de armamento que después veremos como influye en el juego.
Además, un jugador tiene en su codex numerosas herramientas para poder hacer frente al meta actual, que no tiene que ser el meta de GW, ya que no todos vivimos cerca de grandes ciudades con grandes clubes o tiendas. No todos jugamos grandes GTs, ni ETCs, ni LVO,...
Con esto quiero decir que el meta actual pueden ser dominante el codex Eldar pero en tu zona solo hay uno o dos jugadores Eldars y además llevan poco tiempo coleccionándolos pues el meta local no sera dominado por Eldars por mucho que la red diga que los Eldars dan fatiguita jugarlos, no todos los jugadores Eldars son Nanavati.
Voy a poner de ejemplo el codex Marines pero podria aplicarse a cualquier otro codex en mayor o menor medida. En el codex Marine hay determinadas tácticas del capítulo, unas son mas interesantes que otras. Porqué decimos que unas son mas interesantes que otras, por su jugabilidad en el meta actual. Teniendo a su vez en cuenta lo que hemos dicho del meta local.
¿Que ocurre cuando nosotros nos autolimitamos ya sea por qué nos sintamos de corazón de X capítulo porque las novelas de ese capítulo son las que nos motivaron a coleccionar?. Lo que algunos denominan puro romanticismo.
O, ¿qué ocurre si no disponemos del armamento mas eficaz (de nuevo) en el meta?. Y aquí entran en juego los proxies, conversiones y cuenta como.
Si en ambas cuestiones nos autolimitarmos el resultado es que nos veremos abocados a sufrir en el tablero esas limitaciones que quizá nuestros oponentes no se impongan. Esa imposición en algunos casos esta dirigida por los organizadores de torneos. Digamos que determinados torneos no permiten representar o el uso de proxies con lo que nuestro fondo de armario cuenta para poder adaptarnos mejor o peor al ya mencionado meta.
El problema viene cuando un jugador, denominemoslo, romántico se encuentra con un jugador que no lo es, y que no se autolimita y exprime todo lo que pueda su codex o incluso su facción. Es ahí cuando se da la problemática de que ambos jugadores no encuentran lo que van buscando, el jugador Romántico se sentirá frustrado por ser volatizado en un turno o en dos. El jugador Competitivo no aprenderá nada sobre el codex de su oponente y no le servirá de nada para futuros torneos.
Entonces, ¿qué hacer?. Abandonar el juego, dejar de competir, gastarse una fortuna en determinadas miniaturas... La respuesta mas lógica y qué mas satisfacción traerá a unos y otros es la de adaptarse a tu entorno. En el caso de unos será bajar sus pretensiones competitivas y recordar que esto es un juego, que no esta jugando contra Nanavati y su barrio no es Las Vegas Open. Por otro lado si vas con tus exterminadores en plan romántico y vas a jugar contra el Nanavati de tu pueblo pues ponle un poco mas de ganas y traete una lista lo mas afilada posible aprovecha para aprender tretas, conversa sobre si el despliegue estaba mal o bien hecho, acepta consejos y ponlos en práctica....
¿Todo esto para qué? Para que la experiencia de juego sea lo mas satisfactoria posible. No hay más.
Autolimitarse y ser romantico o ser competitivo no es un error, ni criticable pero hay que saber adaptarse al entorno para que como ya hemos dicho la experiencia de juego sea lo mas satisfactoria posible. Y esto es cuestión de cada uno.
Autolimitarse y ser romantico o ser competitivo no es un error, ni criticable pero hay que saber adaptarse al entorno para que como ya hemos dicho la experiencia de juego sea lo mas satisfactoria posible. Y esto es cuestión de cada uno.
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